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Las bocinas y los buzzers convierten señales eléctricas en sonido utilizando frecuencias. En términos electrónicos, esto implica repetir una señal a intervalos regulares con una forma específica. El tamaño de estos dispositivos, medido en pulgadas, se refiere al diámetro del círculo que produce el sonido. A continuación, se muestra una imagen que ilustra este concepto:
Una de las características clave de los altavoces es su frecuencia de operación. Cada instrumento musical y cada canción tienen frecuencias específicas. Según la aplicación, el diseño del altavoz debe considerar las frecuencias que se van a reproducir. A continuación, se presentan las frecuencias fundamentales de las notas musicales:
La resistencia conocida como impedancia (cuando se usa en sistemas de señales alternas) es esencial para calcular la potencia en un sistema de audio. La impedancia, a menudo expresada en ohmios, indica la capacidad del circuito electrónico para entregar potencia a los parlantes. Además, otro aspecto importante es la presión acústica o sensibilidad (SPL), que mide la cantidad de sonido producida en relación con la potencia eléctrica aplicada. Esta medida, proporcionada por el fabricante, se compara generalmente con 1 vatio de potencia. Un SPL inferior a 85 dB se considera menos eficiente, mientras que uno superior a 100 dB se considera altamente eficiente. También se mide el rango dinámico en decibelios, que refleja la capacidad del sistema para reproducir música sin distorsión.